PALOMA SAN BASILIO, Gira PSB, Teatro Español (Madrid), 23 de mayo de 2009

Hay artistas, y no es la primera vez que lo comento, que para mi gusto son irremplazables, por su estilo único e inimitable. De niño no estaba nada interesado en la música, y aún asi, del típico radiocasette de los de antes surgían voces inconfundibles como la de esta chica que cantaba Juntos, y me llamaba la atención, quizá por lo pegadizo.
Con esta canción, que ha conocido seguramente muuuchos arreglos y no creo que se haya movido de su repertorio, se abría anoche la segunda fecha en que la nueva gira de Paloma San Basilio "aterrizaba" en el teatro Español, tan madrileño como la misma intérprete (toma su nombre de pila de nuestra patrona, de hecho). Habiéndola visto en musicales, todos los que ha hecho en Madrid excepto Evita, que fue mi introducción (sólo en audio) a ese género, tocaba verla en concierto.

PSB (Piano, Saxo, Bajo) es una gira de corte intimista; con sólo tres músicos a cargo de los respectivos instrumentos en escena, sin su habitual atrezzo y bailarines que podemos recordar de las galas televisadas de los 80, la artista con voz en plena forma recorre (y en cierto modo reivindica) éxitos de todas sus épocas, desde Beso a beso... dulcemente, pasando por La hiedra hasta Vida, pasando por flirteos con la copla, como en Ojos Verdes, o los Beatles, no sólo con el tema de Pedro Guerra (uno de tantos autores de hoy, de ayer, y de antes de ayer que le han puesto música) Las gafas de Lennon sino versionando Yesterday y Let It Be. No podía faltar un recorrido por algunos musicales que ella ha versionado o bien puesto en escena, incluyendo por supuesto El sueño imposible (de El Hombre de la Mancha, donde ella fue Dulcinea) y No llores por mí Argentina, que ella interpretaba en el Teatro Monumental de Madrid como Evita, justo en la misma época en que Antonio Banderas venía a los madriles a probar suerte de actor, mucho antes de ser ese narrador genial e irónico junto a Madonna en la versión fílmica.

Su interpretación es impecable de principio a fin y se mueve a sus anchas por el repertorio. Sería imposible pedir que estuvieran todos los éxitos, de más de 30 años de carrera y otros tantos discos. Pero hace con la voz lo que quiere, y los arreglos a veces de corte un tanto jazzistico le confieren un giro muy de jam session, o bien creando atmósferas envolventes, sobriamente recreadas con ayuda de un sintetizador.

Paloma también tiene una faceta muy curiosa; mima mucho a su público, con anécdotas y con buen humor. Y su público, desde luego, corresponde a veces de manera exagerada. La gente del recinto, donde me enorgullece decir que yo bajaba mucho la media de edad ;) no dudaba en crear momentos a lo Storytellers de la MTV, lanzándola piropos entusiastas y hasta dejandonos estupefactos con momentos de sus vidas a los que había puesto música Paloma. Surrealista el momento en que alguien de Gandía, si se descuida, nos cuenta todo sobre su boda, que abrió con una canción de ella... Llegaron a provocar comentarios algo irónicos de la cantante, sugiriendo si quizá debería sentarse a escuchar el coloquio, o bien seguir cantando que es, realmente, lo suyo. Y como no, tres cambios de vestuario, todo muy "ponible", a cada cual traje realzando más su impecable presencia.

Destacar tambien los precios muy asequibles de este concierto, al menos en Madrid. Si despierta vuestra curiosidad, podéis consultar su web para fechas de otros conciertos.
Empecé este post definiendo a Paloma San Basilio como alguien irremplazable. No habrá otra voz como la suya cuando se retire. Pero visto que el paso del tiempo no parece ser su problema, ni en voz, ni en aspecto, y de hecho no parece cumplir años, supongo que en 2030 podré escribir otro post de un concierto suyo, cuando ya mi edad no desentone con la de la mayoría de sus fans... y ella siga igual de guapa y buena artista.

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