"A", teatro Haagen Dazs-Calderón, Madrid, 19 de diciembre 2008

Hay varias vías por las que uno se puede sentir atraído como espectador a este musical (obviando las típicas de "me engaño un amigo", etc.); una es haber presenciado y disfrutado a tope el musical "Hoy no me puedo levantar" y querer repescar parte de esa emoción; otra es ser un fan acérrimo de Nacho Cano y no perderse nada de lo que hace. Para quienes nos incluimos más en el primer grupo, sin duda es sencillo caer en un rotundo error: esperar que "A", el nuevo musical de Nacho Cano, siga en todo o en parte la estela de aquel espectáculo grandioso donde no podías dejar de cantar, mover el pie, reírte, llorar... o varios a la vez. Esta vez la propuesta del músico fue gestada durante una época bastante mala para él, por temas de salud, y no se puede negar que Nacho deja un trocito bastante sustancial de sí mismo en todo lo que compone. Concebido para un auditorio y una puesta en escena mucho más grandiosas que las que finalmente han podido ser, por temas económicos, "A" es mucho más intimista, calmado, profundo e inquietante, pensado para no dejar indiferente a nadie.
La tarjeta de presentación vino con una versión en concierto en los teatros del Canal, evento que no estuvo exento de polémica por politiqueos e historias; Cano no elude el tema cuando le preguntan, pero no puede ocultar su indignación. Extraña que un artista tan íntegro se vea perseguido por la polémica en cada movimiento artístico (o no) que adopta, y es bien prolífico. Para los que no tuvimos ocasión de acudir, nuestra tarjeta de presentación ha sido el disco, que recoge versiones de estudio de todos los temas, inéditos excepto El patio y Vivimos siempre juntos. El disco muestra un Nacho más "él mismo" que nunca, con instrumentales combinados con coros vocales, y canciones en general de corte melódico, intimista y hasta amargo. En conjunto un disco algo "rarito", pero que crea unos paisajes sonoros que podrían estar entre lo mejor que Nacho ha realizado hasta la fecha en solitario. No paraba de preguntarme cómo se plasmaría todo eso en escena.
Yo asistí a la primera función con asistencia del público general. Es mejor no revelar más que lo que ha trascendido del argumento a los medios: un niño gitano viene al mundo con ciertas peculiaridades, ya que no habla, no come pescado y se expresa mediante sonidos cantados sin palabras. Una extraña variante del autismo. El primer acto quizá se rige bastante por los estándares del guión de "Hoy no...", con numerosas bromas, bailes y una trama sencilla que enganchan al espectador y le resultan agradecidos. Según va finalizando, las primeras pinceladas de drama indican un cambio de tono.
A la vuelta del descanso, cuando el segundo acto comienza, uno tiene la impresión de haberse metido a otra obra distinta, al desplegarse la estenografía correspondiente al ámbito marino con el que guarda relación el argumento. Esta parte permite dar más juego al cuerpo de baile. Y he aquí que poco a poco nos sometemos a un bombardeo a discreción de información, cantada, hablada e incluso subtitulada. Sí, hay que leer. No sólo se han subtitulado las canciones con letra por si alguien no entiende a los artistas, sino también algunas de coros sin letra. El mensaje es hasta pretencioso, da mucho que pensar, y más de uno deberá asimilarlo largamente. Nacho ya declaró que la trama principal era la vida, que nos sentiríamos identificados en parte. A ratos, por razones personales, yo hubiera deseado que llevara menos razón. La amargura impregna gran parte del segundo acto, pero también hay una lectura optimista, y un final con canción pegadiza; así todos contentos.
Queda una sensación agradable, pero también la de que podrían haberse lucido mucho más con las coreografías. El carácter coral del reparto hace que la estupenda voz de algunos de los artistas no pueda destacar más que lo necesario. Pero Javier Godino (coprotagonista de "Hoy no...") está espléndido en su papel del niño cantor, con una voz espectacular. Ángel Padilla, entrañable como aquel "Anselmo" de "Hoy no...". Cristina Llorente también firma una actuación espléndida pero que sabe a poquito por lo que decíamos. Aun están empezando, por lo que es de confiar que irán puliendo los defectillos, sobre todo técnicos, y se irán compenetrando mucho más, pero el resultado por ahora es magnífico.
Insisto en que nadie busque un "Hoy No Me Puedo Levantar II"; todos los días no sale un grupo como Mecano, ni todos los días se gesta el musical más visto de la historia en España. Sería injusto pedir eso de Nacho Cano. Pero si se busca un musical intimista, diferente, para degustar despacito y con buena letra, que plantea preguntas y algunas respuestas, que te meta en un bosque de lo más embrozado y te ayude a salir de una manera visual y vocalmente impactante, no os perdáis "A".
Web oficial del musical "A"