Más Morancos que nunca

Cuando uno piensa en Los Morancos, generalmente les imagina caracterizados de mujeres y haciendo ese típico humor andaluz en una línea esencialmente marujil. Pero hay unos Morancos que no salen a relucir muy a menudo, como son unos correctísimos monologuistas dignos del mismísimo Club de la Comedia. Estos son los que esencialmente salieron a relucir en su espectáculo del Häagen Dazs Calderón, donde simplemente les vimos a ellos mismos, sin disfraces ni maquillaje, caracterizados como el facha y el gay, haciendo lo que mejor saben; contar chistes a palo seco, sólo con el micrófono y un entorno amigable.
No faltaban por supuesto los disfraces en otras partes del espectáculo, como el de la adivina que exhortaba constantemente a llamarla a ella "y no a la puta que es el número de debajo". Y por supuesto los chistes escenificados o aquellos que retratan situaciones curiosas de la vida diaria que nos pasan a todos, por ejemplo los avatares de usar un retrete público. Los hermanos Cadaval se motivan y respaldan mutuamente con esa camaradería que les ha dado el fluir de los años y de su profesión, y logran hacernos sentir por un rato que todo va bien, a pesar de la crisis que nos espera a la salida de nuevo.

Mamma Mia

Finalizaba en diciembre de 2010 un espectáculo que ya es algo más que un clásico en los musicales de la Gran Vía. Hablamos de un espectáculo que los mismísimos ABBA en persona vinieron a presenciar en su estreno de 2005. Que ha hecho historia en ciudades tan dispares como Londres o Toronto, en su idioma original, y que con las letras traducidas ha causado furor en muchísimas naciones del mundo.
Parte de la razón para este final la tenía la inminente incorporación de Nina, su protagonista, al formato televisivo de Operación Triunfo, que tantas alegrías le había dado pero que esta vez se vio frustrado por las bajas audiencias. También contó en esta ocasión con el protagonismo, como su futuro yerno, de Alex Casademunt, papel interpretado por Daniel Diges en su primera temporada madrileña.
Esencialmente son tres horitas para canturrear, bailotear y escuchar música de ABBA salpimentando una historia ligera y divertida de comedia, enredo y equívocos. Que nadie espere un argumento muy profundo, pero sí unas coreografías espectaculares, un vestuario de primera y unas interpretaciones sublimes de los ya mencionados, y también, entre otros, de Marta Valverde.
En definitiva, sugerimos encarecidamente que si el musical llega a tu ciudad en gira no te lo pierdas. Lo pasarás bien y aprenderás un poquito de buena música, que no viene mal del todo. Te dejamos con el enlace al musical.