Hay experiencias que no se pueden ver en DVD, ni escuchar en CD, ni bajar de internet. Una tan cotidiana como pueda ser ir a la piscina, se convierte en algo distinto en lugares como Las Presillas, muy cerca de Rascafría, al norte de la Comunidad de Madrid (concretamente accesibles por la M-604, recomendable trayecto por la A1 en dirección Burgos, aunque se puede llegar por la A6 con muuuuchas más curvas en el puerto de Navacerrada).
Allí se ha acondicionado hace mucho una zona de recreo con unas piscinas naturales de agua embalsada sobre el curso del río Lozoya. En fin de semana, la experiencia puede ser algo menos tranquila por lo masificado de la zona. Uno puede ser todo lo dominguero que quiera, siempre respetando unas normas básicas de conducta que se advierten a la entrada. Precios muy populares, desde luego, comparables a los de cualquier piscina municipal, sólo que rodeado del verde de la sierra. Y agua, eso sí, bastante más fría, y rocas grandes que te hacen "obrar milagros" (esto es, caminar casi sobre el agua) llegando a la orilla, dependiendo por donde te metas.
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