La semana pasada no fue solo especial por mi cumpleaños. Sino más bien porque el mismo día en que me volví un año más interesante (o más pellejo, según se mire), volamos a Leipzig para presenciar uno de los tres o cuatro shows de
Erasure en Alemania. Con todo vendido hace meses, estos mitos vivientes del tecno pop se han hecho de rogar mucho, demasiado para mi, ya que no visitan España desde los 80, a pesar de que siempre han seguido en activo produciendo melodías excepcionales.
El concierto estuvo a la altura de lo esperado, con un repertorio de lo más variado, cinco álbumes de su álbum-protesta
World Be Gone, más toda una agradable pedrea de sus álbumes anteriores, incluidas joyas “raras” como
I Love Saturday,
Here I Go Impossible Again (por primera vez en directo en esta gira) y por supuesto
Always.
Eso sí, si algo tengo que afear al bello enclave del Haus Auensee, es la pésima organización, o quizá el huevoneo de la gente que colapsó la salida durante media hora o más, y la frialdad del público había el telonero galés
Bright Light Bright Light, a pesar de su estupenda actuación.
Tampoco es que los estilismos de
Andy Bell y Bright Light Bright Light fueran lo más, en el caso del primero iba más recargado que
Sara Montiel como poco, con una chaqueta con hombreras, una camiseta nada discreta y unas mallas simulando tatuajes. Tengo la impresión que no lo eran, dadas sus necesidades médicas. El segundo llevaba una chaqueta de colorines un tanto chillona. Por otro lado, aunque no es culpa suya sino mia, su dominio del alemán que nos impidió a los “profanos” entender gran parte de lo que dijo.
Podéis consultar
su web oficial; e incluso daros de alta en su newsletter en inglés, que la lleva Richard, una bellísima persona de trato formal y sumamente cordial.
No ha sido el único dúo de tecno pop mítico que hemos ido a ver últimamente, ya que tuvimos la enorme suerte de ver a
OMD en concierto hará tan solo dos semanas, y comprobar que siguen en muy buena forma física y musical. Al menos, solo tuvimos que ir a la Riviera. He aquí
Enola Gay, grabado por mi, donde podéis ver que el público presente se volcó con ellos. A destacar
Marta Hammond, la telonera (ex-Sex Museum), que si bien un poco distante del público, ya que no se presentó, supo animar el cotarro.
Y puestos a contar batallitas, también pudimos ver a los no menos míticos
Depeche Mode en el Wizink Center, allá por diciembre, cantando por ejemplo
Precious. O cómo convertir un divorcio en el
Enjoy The Silence de la siguiente década. Teloneados por
Pumarosa.