El cielo puede esperar

Este es un post de los de porque sí, acerca de tres canciones que guardan un nexo un tanto... rebuscado. Bueeeno, todos mis post son un poco porque sí, lo admito.

Todo empezó por una sugerencia del tema de Charlotte Gainsbourg y Beck titulado Heaven Can Wait. Siendo para mi unos prácticos y totales desconocidos, el ritmillo y el feeling de la canción la hacen especial. Como algo que llevas toda la vida escuchando, aunque sea prácticamente nuevo. Gracias de nuevo, tú :)

El título, antes de conseguir abrirla, en principio me recordaba, como buen "ochentero", a Sandra, una intérprete alemana que deslumbraba no sólo por su belleza sino por una voz sencilla pero con cierta personalidad, y por éxitos como Maria Magdalena (nunca falta en recopilatorios de la época). No sueno nunca muy "modernito" pero para compensarlo, aqui incluyo Heaven Can Wait de Sandra en un remix de más de 7 minutos que he encontrado, de hecho el artífice del mismo ha editado tambien las imagenes del video original según podéis leer en sus comentarios. Currao currao!!! Sandra no se ha retirado, pero sus últimos trabajos carecen de la magia de los mega-exitos de los 80. Los tiempos cambian.


Y una vez conseguí ver el vídeo de Charlotte y Beck, de una extrañisima manera, la realización tan lograda del mismo me recordó otro vídeo, hecho a base de movimientos de cámara lenta y marcha atrás: Return To Innocence de Enigma. Michael Cretu, el nombre escondido tras este proyecto musical (y coproductor del increíble The Time Has Come de Mike Oldfield, ver Mixpod a la derecha), sorprendió en su debut con cantos gregorianos sobre una base rítmica, y de hecho los sacó a la palestra algún tiempo antes de que los monjes de Silos se lanzaran con disco propio. Y después vino este tema, con más letra y con lamentos de indios Sioux. El vídeo le sienta como un guante a una canción de por sí paisajistica. Y, por la más somera casualidad, Sandra, compañera sentimental de Cretu, pone algunas voces en los discos de Enigma.

Así pues, este post bien podría haberse llamado "Triángulo sonoro", dadas las curiosas pero completamente espontáneas asociaciones mentales que me han llevado a combinar estas tres canciones. Pero un día como hoy, en que he recibido la triste noticia de un amigo que ha perdido a un ser muy querido estas navidades, todo cuanto puedo añadir no es sólo "El cielo puede esperar", sino que espere por nosotros muchos más años. Dedicado a ti.