LA UNIÓN en concierto, zero08 Tour, discoteca JOY ESLAVA (Madrid)


Era una noche muy especial. Nunca he sido lo que se dice un gran fan de La Unión. Sí lo era de Mecano, cuyo integrante Nacho Cano, junto a Rafael Abitbol, produjo sus tres primeros discos: Mil siluetas, El maldito viento y 4x4.

Pero cuando se vuelve a una discoteca en la que te has "colado" con miedo de que no te dejaran entrar a los 16 o 17 años, una tarde de sábado tras otra durante una larga temporada, viendo actuar bailarines con bases pregrabadas como el Vogue de Madonna (otra de mis "M" favoritas), como era mi caso, y se vuelve para ver por primera vez un directo de un grupo mítico de pop español, por mucho que nunca los hayas seguido con la fidelidad de otros, no puede por menos que ser una noche muy especial.

Como especial era la formación: el trío, Rafa Sanchez (voz), Luis Bolín (un "bajo" de 1,98 m) y Mario Martínez (guitarra) se hizo acompañar por un teclista llamado Fermin Villaescusa, que ya hizo teclados en su disco La Unión de 1999, y por una batería y percusionista, Emma Brodie. Me sigue llamando mucho la atención una chica en la batería de un grupo, sobre todo si es tan buena como lo era esta.

Rafa tomó el escenario en plan mesiánico y bastante a lo Bono de U2 en ZOOTVtour, con cazadora, gafas de sol grandes y vaqueros. Abrieron con Hermana Tierra 2008, una nueva versión del primer single de su album Psychofunkster au lait de 1993. Están en el rollo ecológico, como muchos ahora, pero no son oportunistas... asi lo prueba que la cancion tenga 15 años.

Siguieron con Falso amor, su versión del Tainted Love, original del dúo tecnopop británico Soft Cell.

Hasta bien entrado el concierto, Rafa no se quitó la cazadora ni las gafas, para dejar ver una camiseta negra, unos brazos muy trabajados en el gimnasio, y muchas patitas de gallo. Pero ha resistido bien el paso de todo este tiempo. En cualquier caso, sus fans no tuvieron nada que objetar, al contrario.

Las arrugas no le han quitado su estilo tan particular de hablar entre canción y canción. Bueno, no exactamente entre canción y canción, porque todos los temas estaban enlazados unos con otros. Su "speech" más famoso quedó registrado en su album Tren de largo recorrido, de 1992, incluyendo una verdad como un templo: "da igual... si te deja tu novia... te jodes". No lo repitió esta vez, a pesar de incluir su versión del clásico de los Doobie Brothers ("Long Train Running"). En su lugar, incluyó otras frases muy logradas, como "imagínate que te despiertas un día, te miras al espejo y eres negro!!!!", mientras entonaba Africa.

Fluye (1997) es otro disco "maldito", como su segundo album, pero eso no les impidió incluir Humo en el repertorio. "Es lo que ves a veces más fuerte que la imaginación". Así dice la letra. "Y si no, mirad el telediario", o algo así, añadió Rafa.

No me gustaba Negrita en su versión de estudio. No porque pertenezca a un disco poco apreciado por el gran publico como es Hiperespacio (1996). Es que los falsetes no hacen justicia a la calidad de la voz de este chico. La prefiero en la versión que hacen ahora.

Dedicó la canción Ella es un volcán a la actual ministra de Defensa, Carme Chacón, ignoramos si impulsado por la reciente noticia de que ha abierto expediente a un militar por abusos sexuales. Aunque también lo dijo de su percusionista Emma cuando dejó que sus timbales para el tema Maracaibo tomaran la voz cantante.

Tenía que haber bises. No podían faltar dos clásicos de su primer album, ni una inédita de su Colección Audiovisual 2004 (la del vigésimo aniversario). Esta era Sigo aqui. Más clara no podía ser la letra: "Sigo aqui, aún no me he movido. Sigo aqui, con todos mis amigos". Y amenazan con seguir ahi. De hecho, dijo Rafa, "para los que están hartos de recopilatorios, intentaremos sacar disco nuevo para el 25º aniversario". Yo me enganché a ellos con dicha "Colección Audiovisual 2004", y espero que no lo haya dicho por decir.

El segundo bis fue Sildavia, un paraíso que no se encuentra en los mapas, sino en sus albumes primero y último (por ahora).

No había luna llena, sino cuarto menguante, sobre Madrid. Sí la hubo sobre Paris en el título de la canción que cerró el concierto, Lobo hombre en Paris. La canción con la que llevan cerrando conciertos casi desde que la editaron en su primer maxi y album, Mil siluetas (1984), hace ahora 24 años. Gracias a una remezcla editada en su album Love Sessions (2007), sigue sonando como nueva.

Y la noche empezaba ahora. Eran las 23.15, y nos ibamos de Joy un poquito más felices de lo que habíamos entrado. Eso seguro.

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