Si esos idiotas supieran...


Por los recientes acontecimientos este post lo dedico a Niza, la ciudad donde una vez pensamos en dar descanso final a los restos de la chica con más G de Gloria que ha visitado este mundo tras de que nos la arrebatara la enfermedad del siglo, y a la que le debo haberlo visitado yo. Y también a su hermana, que en sueños me dijeron desde la puerta de la Fnac: "ahora te toca ir sólo, nosotras te esperamos aquí". NOS toca ir solos, en realidad.



Hay un hombre sentado al piano, pero aunque ni es Billy Joel, ni esto es un viejo café sino el Teatro Egaleo de Leganés, estamos seguros que el músico americano tendrá algo de culpa de que Pablo López nos cante tan bonito sentado al mismo instrumento. Tenemos una tapa previa con la prueba de sonido. Y aunque no soy muy amigo de los spoilers, en este caso es un lujo.

Pablo no sólo canta y toca el piano de maravilla, sino que es un poeta nato. Lo que algunas malas lenguas denominan un triste, resulta que cuando habla entre canción y canción tiene la gracia a patadas.

Así lo demostró este sábado 16/07/2016 dando a conocer sus canciones en directo, a las que él denomina niñas que ha traído al mundo desnudas para que las vistiera su productor, Kim Fanlo, que es uno de sus tres músicos. Los mismos que durante el 90% del repertorio le sirven de coristas, y que dan un aire y un ambiente que en el disco se respira, pero no se intuye del todo.

Asimismo, tuvimos una grata sorpresa con la intervención de la intérprete mexicana Paty Cantú, conocida últimamente para algunos como la compositora del tema Disculpa de Ana Torroja, pero ya con renombre previo entre el público de habla hispana. La canción escogida para cantar a dúo fue Canción prohibida, que en el disco tiene un toque más rockero, y en directo más íntimo.

Pablo no tuvo inconveniente en desconectar el micro durante el final de uno de los temas para que apreciáramos su potencia vocal sin aditivos.

Sobra decir que uno de los mejores momentos del orgulloso ex-triunfito fue Tu enemigo, que desde las primeras percusiones puso en pie al auditorio y nos recordó que estamos viviendo una situación absurda a la par que desconcertante, y que todo sería más sencillo soltando amor a raudales por esa ventana que es El Mundo. Siempre recordando que si mañana nos encuentran durmiendo, no nos despierten. Total, tampoco iban a poder. 

Este humilde fan hubiera deseado escuchar en directo esa joya de su primer disco que es Lluvia en el cristal. Pero hay mucho Pablo que cortar. Estaremos atentos.



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