Madame Noir se compone de trece temas que si buscáis en Deezer puede que no encontréis más que diez interpretados por ella y otros tres por intérpretes tan ilustres como Pavarotti y otras divas de la canción italiana.
El crepúsculo de Mónica
Mónica Naranjo ofreció todo un espectáculo teatral en regla incluyendo intervenciones de actores (memorable polvitos, desinfección!!!) y ella misma cantando y actuando a partes iguales, con interludios tan cómicos como dramáticos, y siempre intensos.
Fangorizados en Barcelona
Fangoria siempre han tenido muy a gala promocionar siempre su música por encima de la larga historia previa en otras agrupaciones que tienen. Y es que la gente a menudo olvida que Olvido Gara "Alaska" y Nacho Canut han escrito la historia del pop de este país en paginas que datan de 1979, con sus agrupaciones Kaka de Luxe, Alaska y los Pegamoides y Alaska y Dinarama. Transcurridos 20 años como Fangoria, era ya por fin un buen momento para mirar atrás y desmentir la absurda teoría de que reniegan de su pasado. Por ello, este año lo estrenaron con una nueva producción de sus temas más conocidos, en un album de auténtico lujo con sus productores de los últimos diez años: El paso trascendental del Vodevil a la Astracanada. Poco hay que decir, asi pues, del repertorio de este concierto, pues es de sobra conocido, y lo podéis acceder aquí.
Destacar ese momentazo loco de La tribu de las Chochoni, canción que en el disco contó con la colaboración del inefable McNamara, y que pocas veces han tocado en directo, pero les quedó bordada.
Y destacar también la habilidad que tienen para calentar al público con sus teloneras, Silvia Superstar (ex-Aerolíneas Federales) y DJ Hierbabuena, muy superiores a Nancys Rubias, ese invento del sr. Vaquerizo que ya empieza a oler un poco, y que siempre utilizan playback.
Putirecords, el potencial del electropop "casero"
La música de Putirecords es un claro ejemplo de lo que alguien con ideas y unas cuantas herramientas musicales de programación puede hacer, si dispone del tiempo y del talento suficiente. Su album Que no muera el cabaret erótico es una muestra de ritmo, color y tonalidades tecno-pop y electro-pop de lo más variopintas. Su forma de cantar recuerda muchísimo al supergrupo Visage que en los años 80 se formó a partir de integrantes de Ultravox. Canciones como Hazme el amor con su letra picantona rebosan frescura, originalidad y ritmo infeccioso, y nos demuestran que no hace falta una producción muy costosa para obtener melodías coloristas. También se atreve con el inglés, aunque esto es lo de menos.
A título personal, debo agradecer mucho a Putirecords la compañía que sus discos me han hecho al volante en épocas duras para mi, de muchas visitas al hospital. Ahora que ya han acabado, sigo degustando tu música peculiar desde mi centro de trabajo, y te puedo decir que cada vez me gusta más, y que saca todo lo mejor de nuestros espíritus ochenteros. Podéis tener un aperitivo para que entendáis de lo que hablo en su perfil de facebook.
Recordemos que cuentan con dos álbumes, Que no muera el cabaret erótico y Aunque sea muy letal. Beben directamente de las fuentas de Glitter Klinik, MacNamara y Glamour To Kill, por lo que si os gustan ya sabeis qué hacer. Desde aqui pedimos que nunca muera la música hecha con imaginación, aunque sea a base de máquinas.
A título personal, debo agradecer mucho a Putirecords la compañía que sus discos me han hecho al volante en épocas duras para mi, de muchas visitas al hospital. Ahora que ya han acabado, sigo degustando tu música peculiar desde mi centro de trabajo, y te puedo decir que cada vez me gusta más, y que saca todo lo mejor de nuestros espíritus ochenteros. Podéis tener un aperitivo para que entendáis de lo que hablo en su perfil de facebook.
Recordemos que cuentan con dos álbumes, Que no muera el cabaret erótico y Aunque sea muy letal. Beben directamente de las fuentas de Glitter Klinik, MacNamara y Glamour To Kill, por lo que si os gustan ya sabeis qué hacer. Desde aqui pedimos que nunca muera la música hecha con imaginación, aunque sea a base de máquinas.
Loro eurovisivo
Esta es una breve nota para informaros que a partir de hoy renovamos en parte los contenidos de nuestro loro, el que os ameniza y os sobresalta cada vez que entráis a consultar el blog. Lo hemos actualizado con canciones participantes en el festival de Eurovisión que estos días se está celebrando en Düsseldorf (Alemania), y que por ahora se está saldando con algunas deficiencias técnicas que sin ir más lejos dejaron la canción de Noruega sin escucharse en España. Tampoco importó mucho dado el escaso éxito de la apuesta noruega. Desde este blog nos decantamos por el temas de Azerbayán con Ell & Nikki, y resulta que ganó. España, con nuestra primera intérprete gallega, Lucía Pérez, cantó un tema alegre y optimista Que me quiten lo bailao (aunque ya en 2003 un grupo étnico folk Urban Trad acudió por Bélgica incluyendo una gallega en su formación) y no pudo pasar de la cola; Francia con un sorprendente tenor Amaury Vassili que canta Sognu en corso tampoco entró entre los diez primeros, ni Alemania que repitió intérprete, Lena y su Taken By A Stranger, y otros que estuvieron presentes en la final del sábado.
Y para la mejor y más puntual información, tenéis Eurovision Spain, la web no oficial del festival.
Bustamante en San Isidro
David Bustamante no ha perdido en absoluto su encanto. Así lo demostró las pasadas fiestas, presentando sus mejores temas en directo y de forma gratuita para el personal que acudió a la pradera de San Isidro, con temas como Miente, Hoy tengo ganas de ti o A contracorriente. Aquí os dejamos con un pequeño extracto de su magnífico fin de fiesta con El aire que me das.
En cariñoso recuerdo de una chica con "G" de Gloria
Este que os escribe en diferido solía ser un desastre para estas cosas de regalar en el Día de la Madre. Siempre apurando el plazo, y recurriendo al "yo te quiero igual todo el año", que no colaba ni por asomo. Igualmente se enfurruñaba si no había un detallito ese día, o el de su santo, o el de su cumple. Aún recuerdo la cara que se le quedó cuando envolví un Chupa Chups con caperuza en forma de cabeza de Darth Vader para simular que era su regalo, y ella lo miraba con escepticismo y decía, "sí, no está mal", presintiendo, con esa certera intuición que tenéis todas las chicas, que era una broma.
Al hilo de regalarle música, que aunque inusual y raro, es algo que siempre me ha gustado, no creo ser una excepción si digo que he comprado mucha música para regalar de Village People, Donato y Estéfano, Ricky Martin, Julio Iglesias, Enrique Iglesias (al cual debo que los canadienses sepan pronunciar mi nombre), Modern Talking o, sobre todo, David Civera y Chayanne. Lo que sorprende un poco a mis allegados, es que todos ellos se contaban entre sus favoritos para amenizar, sobre todo, sus tardes de plancha. Evidentemente nunca le amargaron dulces como los libros de la chick-lit más variopinta, por Federico Mocchia y otros muchos, ni los perfumes con número 5 y demás, por mucho que la sencillez y la modestia fueran su habitual tarjeta de presentación.
No pensaba lo mismo de artistas femeninas como Kylie Minogue, Luz o Marie Friedriksson (solista de Roxette), que siempre han gustado a grandes y chicos de muchas edades y nacionalidades, entre los que nos incluimos los dos coautores de este vuestro blog amigo, pero no eran santas de su devoción, ni muchísimo menos. Recuerdo tardes conduciendo de vuelta a casa de viajes cortos en verano, en las cuales mi padre cabeceaba en la parte trasera del vehículo, mi madre ponía cara de circunstancia y ambos me daban a entender que preferían mis CDs de Madonna, Scissor Sisters (a los que ella solía confundir, no sin razón, con los Bee Gees) o Eric Woolfson a la música de álbumes como X, de Kylie.
Pero si algo unió a las mujeres mencionadas, tanto a Kylie, Luz o Marie con mi madre y también con su hermana, fue la lucha, a veces infructuosa y frustrante, contra la que algunos llaman la Enfermedad del Siglo. Esa que deshace vidas, separa familias, diluye ilusiones y muchas veces se lo lleva todo por delante, y es algo más que una moda rápida, recientemente puso un fundido en negro a la vida de dos queridas mujeres que acostumbraban a vestir con colores vivos, no importaba a qué precio. Por suerte, las tres artistas mencionadas aquí pueden dar gracias a diario, y lo hacen, por algo que todos damos por sentado; estar vivas, y haber salido airosas de un duro envite que las podría haber convertido en historia pasada. Dios las dotó con el arte de cantar, de hacernos un poquito más felices con su música, y también de sobrevivir en tiempos duros.
Sirva este artículo para animaros en general a que regaléis música. No es sólo algo friqui, es saludable para nuestro espíritu. Cuando tengas un buen o mal día, cuando eches unas risas con amigos, cuando tengas contrtiempos, no sólo recordarás lo bueno o lo malo que pasó, sino también qué canción estabas escuchando. Y sobre todo, sirva este artículo para honrar la memoria de la mujer que lo empezó todo, por la cual estoy aquí dandoos la vara, de su hermana, la mas fiel cómplice, amiga y pariente, y también de la madre de ambas. Desde arriba nos cuidan y ven todos nuestros aciertos, nuestros fallos y nuestros progresos, ahora ya sin pena, sin agobios, sin enfermedades, y confío en que tengan a mano muchos centros comerciales para pasear, "vaciar las tiendas" (como decíamos irónicamente) y cafeterías con barra libre de tortitas con nata y sirope. Una imagen, la de su paseo y su merienda de los viernes, que algunos compartíamos tan religiosamente como nos lo hacía posible el devenir diario, que aún mucha gente conserva fresca en la memoria, y que ahora se seguirá repitiendo con otras personas, allí donde la amistad o el amor hayan calado más hondo.
A todas ellas, y particularmente a la que me trajo al mundo, gracias por haber existido. Cuidadnos.
Lucha contra el cáncer
Al hilo de regalarle música, que aunque inusual y raro, es algo que siempre me ha gustado, no creo ser una excepción si digo que he comprado mucha música para regalar de Village People, Donato y Estéfano, Ricky Martin, Julio Iglesias, Enrique Iglesias (al cual debo que los canadienses sepan pronunciar mi nombre), Modern Talking o, sobre todo, David Civera y Chayanne. Lo que sorprende un poco a mis allegados, es que todos ellos se contaban entre sus favoritos para amenizar, sobre todo, sus tardes de plancha. Evidentemente nunca le amargaron dulces como los libros de la chick-lit más variopinta, por Federico Mocchia y otros muchos, ni los perfumes con número 5 y demás, por mucho que la sencillez y la modestia fueran su habitual tarjeta de presentación.
No pensaba lo mismo de artistas femeninas como Kylie Minogue, Luz o Marie Friedriksson (solista de Roxette), que siempre han gustado a grandes y chicos de muchas edades y nacionalidades, entre los que nos incluimos los dos coautores de este vuestro blog amigo, pero no eran santas de su devoción, ni muchísimo menos. Recuerdo tardes conduciendo de vuelta a casa de viajes cortos en verano, en las cuales mi padre cabeceaba en la parte trasera del vehículo, mi madre ponía cara de circunstancia y ambos me daban a entender que preferían mis CDs de Madonna, Scissor Sisters (a los que ella solía confundir, no sin razón, con los Bee Gees) o Eric Woolfson a la música de álbumes como X, de Kylie.
Pero si algo unió a las mujeres mencionadas, tanto a Kylie, Luz o Marie con mi madre y también con su hermana, fue la lucha, a veces infructuosa y frustrante, contra la que algunos llaman la Enfermedad del Siglo. Esa que deshace vidas, separa familias, diluye ilusiones y muchas veces se lo lleva todo por delante, y es algo más que una moda rápida, recientemente puso un fundido en negro a la vida de dos queridas mujeres que acostumbraban a vestir con colores vivos, no importaba a qué precio. Por suerte, las tres artistas mencionadas aquí pueden dar gracias a diario, y lo hacen, por algo que todos damos por sentado; estar vivas, y haber salido airosas de un duro envite que las podría haber convertido en historia pasada. Dios las dotó con el arte de cantar, de hacernos un poquito más felices con su música, y también de sobrevivir en tiempos duros.
Sirva este artículo para animaros en general a que regaléis música. No es sólo algo friqui, es saludable para nuestro espíritu. Cuando tengas un buen o mal día, cuando eches unas risas con amigos, cuando tengas contrtiempos, no sólo recordarás lo bueno o lo malo que pasó, sino también qué canción estabas escuchando. Y sobre todo, sirva este artículo para honrar la memoria de la mujer que lo empezó todo, por la cual estoy aquí dandoos la vara, de su hermana, la mas fiel cómplice, amiga y pariente, y también de la madre de ambas. Desde arriba nos cuidan y ven todos nuestros aciertos, nuestros fallos y nuestros progresos, ahora ya sin pena, sin agobios, sin enfermedades, y confío en que tengan a mano muchos centros comerciales para pasear, "vaciar las tiendas" (como decíamos irónicamente) y cafeterías con barra libre de tortitas con nata y sirope. Una imagen, la de su paseo y su merienda de los viernes, que algunos compartíamos tan religiosamente como nos lo hacía posible el devenir diario, que aún mucha gente conserva fresca en la memoria, y que ahora se seguirá repitiendo con otras personas, allí donde la amistad o el amor hayan calado más hondo.
A todas ellas, y particularmente a la que me trajo al mundo, gracias por haber existido. Cuidadnos.
Lucha contra el cáncer
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