Pablo Alborán llenó el teatro Egaleo hasta la bandera, lo cual era difícil en semejante fecha donde medio Madrid está cruzandose con el otro medio en carretera yendo o viniendo de sus vacaciones de verano. Con un único álbum (más un acústico) en el mercado, este malagueño sencillo, joven y guapo puede presumir de haberse beneficiado de las nuevas tecnologías. En youtube podéis encontrar lo que fueron sus primeros vídeos que le lanzaron a la fama, con una modestísima producción, ya que transcurren en el salón de su casa.
Ataviado con su inconfundible seña de identidad, un pañuelo al cuello, del cual lógicamente se desprendió al segundo tema para lucir brazacos en camiseta de manga corta, propia de las fechas, tomó el escenario entre innumerables piropos (sobre todo "Guapo!!!!!") que le hacen a uno plantearse no su talento, que está a la vista, pero sí qué éxito tendría Pablo si fuera calvo y barrigón. No obstante, su atractivo físico no desmerece en absoluto su talento, y aquella noche nos lo demostró, arropado por los músicos (dos guitarras españolas y un bajo) con los que realiza sus conciertos acústicos. El repertorio cubrió no solo gran parte de su primer álbum, sino la repetición de los más vistosos, como Volver a empezar, y también una versión del clásico de Extreme More Than Words. Pablo es un artistazo, y serán sus siguientes discos los que nos demuestren si estamos ante una flor de un día o un éxito duradero y merecido. Por ahora, puede afirmar que ha sido el indiscutible número uno de 2011 en España.
Podéis leer otra crónica aquí.
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