MECANO: sus mejores "no singles"

Mientras Jose sigue pintando la mona, Nacho con su musical, y Ana con sus noticias extra-musicales y cada vez peores, este me ha parecido buen momento para repasar la carrera de Mecano a través de canciones que no fueron singles pero lo merecen por ser igual o mejores que las que sí.
De Mecano, su álbum debut, destacaría El fin del mundo y 254.13.26, las cuales describen, respectivamente, un apocalipsis y un tío estresado porque nadie le llama para salir y su cabeza bulle de fórmulas y traducciones del latín.
De ¿Dónde está el país de las hadas?, de 1983, me quedaré con su tema más cañero, que lo cierra; El ladrón de discos, que rompía una lanza a favor de la piratería musical de aquel entonces, con alguien que no puede permitirse comprar discos y los manga. Y con Un poco loco, una de esas historias de Jose narrada con algún arreglo orquestal muy vistoso, un ritmo monótono y lento y una letra como siempre inquietante.
De Ya viene el sol, su album más "maquinero" de 1984, no tengo más remedio que quedarme con Aire y con El mapa de tu corazón, que Ana Torroja rescató en su disco y gira de 2006, y es quizá una de las mejores baladas de todos los tiempos de Mecano a pesar de ser relegada al último lugar de la cara B y a alguna cara B de single, como Aire.
Entre el cielo y el suelo (1986) es uno de esos álbumes en que lo más difícil es descartar alguna, exceptuando quizá los temas extra de la cassette y el CD, pero destacaré Angel por su letra y arreglo escalofriantes, y 50 palabras, 60 palabras ó 100, que nos cuenta una separación sin dramas y también ha tenido presencia en actuaciones de TV y en la última gira de Ana.
De Descanso Dominical (1988) podemos decir casi lo mismo, tal es el éxito que tuvo que todos los temas se radiaron en algún momento. Aún asi destacaré El cine, que comienza el album con el mismo ritmillo de Ay qué pesado y unos "uuu-uuu" marca de la casa, y nos describe una situación de lo más cotidiana, y el cierre del vinilo, con ese Héroes de la Antártida, que lejos de languidecer cierra el disco con una fuerza impresionante.
Aidalai (1991) es hasta la fecha su último album inédito, y de él quiero quedarme con El lago artificial, que habla de una historia de amor mortífera con la heroína, y con El uno, el dos y el tres, que nos habla de la dureza del éxito, y se anticipa en unos 7 años a lo que acabó sucediendo con Mecano, la famosa separación el día de una entrega de premios, anunciada por Jose con el desacuerdo de sus compañeros de grupo.
Un grupo para mi mítico, que tiene la culpa de que yo escuche música a todas horas. Les podéis descubrir a lo largo y ancho de su discografía, y si os surge curiosidad por saber más, yo sé unas cuantas cositas, acepto encantado vuestras preguntas.
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