Las comillas del título aluden no a la espléndida forma física del intérprete, sino que son un juego de palabras para referirse al equipo de fútbol que habitualmente juega en el recinto, el Wanda Metropolitano, que el pasado viernes 22 de junio acogió a alrededor de 55.000 almas reunidas con el único propósito de divertirse ante él. Lo conseguimos.
Y no solo eso, que no era poco, justificaba los relativamente elevados costes de las entradas, sino que fue un 3x1. Para abrir boca, DNCE, un grupo relativamente nuevo, con una estética impactante, y sí, en este caso había una parte del público bastante joven, que conocía y tarareaba sus canciones, y otros lo intentábamos, sin saber que alguno de ellos solía formar parte de los Jonas Brothers.
En segundo lugar DJ Rashida, una joven y entusiasta pincha discos “de las de antes”, es decir, con vinilos, servia de puente entre los primeros y el cabeza de cartel, con una selección de temas realmente atemporales.
Por ultimo, pero no menos importante, por mucho que el retraso en tomar el escenario alentara impaciencias varias por doquier, Bruno Mars y sus músicos, vestidos con atuendos tan sencillos como coloristas (camisetas de Rugby y similares), conquistaban aquel escenario dispuestos a darnos parte de la clave de los Grammys. A mi personalmente me daba igual. Solo quería diversión y eclecticismo sin complejos. Lo tuvimos. En partes que se preveían lentas, nos ponían a brincar, corear etc... a golpes de talento... y alguna que otra pirotecnia sobrante, pero bueno.
Quien dude del buen hacer de Bruno y de que en la variedad está el gusto, que preste atención a este vídeo. Podrán ver al teclista dando un respiro al resto de músicos, que prepara el ambiente para que suene en directo un single que estuvo en un anuncio de coches, llamado Locked Out Of Heaven. O lo que es igual, Sting + The Police revisitados varias décadas después. Comparad con la versión de estudio y quizás entendáis el simil, amén de recordar que segundos álbumes nunca fueron buenos, ni malos, según se escuchen.
Varry Brava y Sidonie. Poniendo color a lo indie
Tras haber ido a los conciertos de Varry Brava en Joy Eslava el 14/04/2018 y Sidonie en el Teatre Echegaray de Ontinyent el 28/04/2018, podemos decir que ya no estamos de acuerdo en que la música independiente deba ser seria, trascendental o aburrida. Como lo demuestran con su vestimenta tanto los Varry de rojo reventón como los Sidonie con sus estampados cachemir. Coniertos breves, pero vaya horitas para gozar, bailar y divertirnos con las gansadas de Aaron Sáez, autor y tevlista de Varry Brava, o las de Marc Ros, cantante de Sidonie, que hasta llegó a subirse a caballito del road manager y pasear por el patio de butacas durante Un día de mierda.
Sin tener la dilatada carrera de los segundos (20 años), los primeros pueden presumir de cuatro flamantes discos y una dilatada trayectoria por festivales. Su pasión por el ítalo pop de Pino D’Angio y compañía, y por los 80 en general, los convierten en unos candidatos ideales a reemplazar a La Unión. Buena prueba de ello es Las noches fugaces, su Radio Gaga particular.En cuanto a los segundos, quiero destacar ante todo ese sentido homenaje a sus compis de festivales en la canción Carreteras Infinitas, y no una sino diez canciones con letras de pop versando sobre el pop, a destacar especialmente El peor grupo del mundo.
Podéis disfrutar del buen hacer de los Varry Brava en lo que les queda de gira por España, Leganés incluido. Sidonie ya es complicado porque su gira está completamente vendida, pero quien sabe, quizás en la reventa podéis conseguir algo.
Erasure. Always. 03/03/2018
El concierto estuvo a la altura de lo esperado, con un repertorio de lo más variado, cinco álbumes de su álbum-protesta World Be Gone, más toda una agradable pedrea de sus álbumes anteriores, incluidas joyas “raras” como I Love Saturday, Here I Go Impossible Again (por primera vez en directo en esta gira) y por supuesto Always.
Eso sí, si algo tengo que afear al bello enclave del Haus Auensee, es la pésima organización, o quizá el huevoneo de la gente que colapsó la salida durante media hora o más, y la frialdad del público había el telonero galés Bright Light Bright Light, a pesar de su estupenda actuación.
Tampoco es que los estilismos de Andy Bell y Bright Light Bright Light fueran lo más, en el caso del primero iba más recargado que Sara Montiel como poco, con una chaqueta con hombreras, una camiseta nada discreta y unas mallas simulando tatuajes. Tengo la impresión que no lo eran, dadas sus necesidades médicas. El segundo llevaba una chaqueta de colorines un tanto chillona. Por otro lado, aunque no es culpa suya sino mia, su dominio del alemán que nos impidió a los “profanos” entender gran parte de lo que dijo.
Podéis consultar su web oficial; e incluso daros de alta en su newsletter en inglés, que la lleva Richard, una bellísima persona de trato formal y sumamente cordial.
No ha sido el único dúo de tecno pop mítico que hemos ido a ver últimamente, ya que tuvimos la enorme suerte de ver a OMD en concierto hará tan solo dos semanas, y comprobar que siguen en muy buena forma física y musical. Al menos, solo tuvimos que ir a la Riviera. He aquí Enola Gay, grabado por mi, donde podéis ver que el público presente se volcó con ellos. A destacar Marta Hammond, la telonera (ex-Sex Museum), que si bien un poco distante del público, ya que no se presentó, supo animar el cotarro.
Y puestos a contar batallitas, también pudimos ver a los no menos míticos Depeche Mode en el Wizink Center, allá por diciembre, cantando por ejemplo Precious. O cómo convertir un divorcio en el Enjoy The Silence de la siguiente década. Teloneados por Pumarosa.
Marcheta de viernes!!!
Sí, es jueves, pero como voy a estar de viaje mañana, quería compartir con vosotros, pacientes lectores, una canción que me traía obsesionado desde que allá por los '90, en la era pre-shazam, la bailaba todos los días en el gym, en clase de step o aerobic. Era un tema prácticamente instrumental, con un feeling imponente, un ritmo contagioso y un regusto al dream de Robert Miles o el primer David Guetta. Han tenido que pasar más de quince años para que, gracias a los Pet Shop Boys y un tema inédito incluido en la edición especial de Nightlife, titulado Believe/Song For Guy (featuring Elton John),pueda bucear en google y descubrir quien hizo esa versión dance. Decir de paso que el tema de Elton John, incluido en su álbum A Single Man, tampoco tiene desperdicio. No es su estilo, porque es prácticamente instrumental salvo unos versos al final, pero está en la misma línea de aquellos Secret Garden y su polémico Nocturne que arrasó en Eurovisión allá por 1995.
Espero que os guste, os lo dejo en este enlace, aunque no tiene video oficial conocido se titula Sunstorm, y lo interpretan Hurley & Todd. Ahora ya nada impedirá que funda el maxi en mi coche, ya sea viernes o martes, que lo mismo me da :).
Varry Brava, showcase El Corte Inglés, 21/02/2018
Hace cosa de menos de un año asistimos al concierto de Varry Brava en Joy, para la presentación de su anterior álbum, Safari Emocional. Ya en aquel momento no vacilé en creer que me encontraba ante los nuevos La Unión, por su eclecticismo, su pop tan contagioso, sus temáticas sumamente fiesteras (de manifiesto en temaxos como Fiesta o Club) o bien de ligues varios... Pasado este tiempo, les redescubro en formato mucho más íntimo para unos pocos que fuimos a la firma de discos en Madrid de Furor, su nuevo trabajo grabado en un tiempo récord y anticipado en cinco cómodos adelantos por Spotify. Siempre es un placer comprobar lo bien que un grupo evoluciona, pero que además sean capaces de aguantar las tonterías de tanta gente, con una sonrisa y charla cordial tanto fotos como gente que se cuela, pesados con cámara reflex, otros como yo con vinilos, etc... dice aún más en su favor. Me dice que no estoy ante los nuevos La Unión. Más bien estoy ante los primeros Varry Brava. Deseando volver a verles en la Joy Eslava. Donde estarán el sábado 14 de abril de 2018 una vez más dando guerra. Que no sea la última.
Como muestra del buen rollo que desprenden, os dejo con un clip de Nada Personal grabado por mi aquel día.
Mi agradecimiento más especial va para estos tres oriolanos, Aarón, Vicente y Óscar por ser buenísimos intérpretes y bellísimas personas.
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